miércoles, 24 de septiembre de 2008

Los Preservativos

Los preservativos son fundas más o menos elásticas que, según sea el tipo, envuelven el pene o recubren la vagina para evitar que las mucosas genitales entren en contacto con los fluidos genitales. De esta manera, representan el método ideal para evitar los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual como el vih y otras. Existen dos tipos de preservativos: el que está confeccionado en látex y el preservativo vaginal. El de látex es el de uso más difundido y, erróneamente, suele ser llamado preservativo masculino. El error consiste en suponer que el que usa este condón es el varón cuando, en realidad, se coloca en el pene del varón pero es utilizado por los dos integrantes de la pareja. De modo similar, el preservativo vaginal también recibe el nombre de preservativo femenino, cometiéndose en este caso un error simétrico al anterior. Si insistimos en el error de otorgarle un género a los distintos tipos de preservativos, solo conseguiremos preservar los prejuicios que están asociados a ellos. El hablar de preservativo masculino favorece la idea de que éste debe ser comprado y aportado solo por el varón, de que su utilización es responsabilidad y decisión del hombre y que la mujer no tiene ni voz ni voto en su implementación. Este prejuicio responde a una visión machista de la sexualidad, en la que se supone que el goce y la satisfacción sexual es prerrogativa de los varones.
Pero este no es el único de los prejuicios relacionados al uso de preservativos. Suele decirse que son difíciles de colocar, que quitan sensibilidad, que se salen, que se rompen o que no sirven para nada. Sin embargo, el preservativo de látex ha dado pruebas más que suficientes de que es el método más efectivo y confiable para prevenir infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Lo que sucede es que nuestros malos hábitos nos llevan a cometer todos los errores necesarios para lograr que el preservativo no cumpla con la función para la que fue creado. Si logramos superar los preconceptos y anteponemos nuestros intereses a los mandatos culturales, podremos cuidarnos y disfrutar de nuestra sexualidad plenamente y sin riesgos. EL PRESERVATIVO DE LÁTEX El condón de látex consiste en una funda que se ajusta sobre el pene erecto y posee un espacio en el extremo cerrado llamado depósito, diseñado para contener el semen. La medida estándar de estos preservativos es de 180 mm de largo, 52 mm de ancho y entre 0,06 y 0,07 mm de grosor.
Los siguientes son los ítems en los cuales hay que prestar atención para el uso correcto del preservativo de látex: a) LAS CUALIDADES DEL LÁTEX El preservativo que se utiliza actualmente está confeccionado en látex, un material que se destaca por su elasticidad y resistencia. Lamentablemente, estas características se verán afectadas cuando el látex se ponga en contacto con una fuente de calor o con sustancias grasas, que hacen que el látex pierda flexibilidad y se rompa con facilidad.
En función de lo expuesto, el uso correcto del preservativo comienza en el mismo momento en que lo vamos a adquirir. b) EL LUGAR DONDE ADQUIRIRLOS Los kioscos y supermercados no son las mejores opciones a la hora de obtener preservativos. Los responsables de estos comercios no están debidamente capacitados para el correcto mantenimiento del producto. Siempre será preferible adquirirlos en farmacias. Sin embargo, la primera opción debería ser siempre los hospitales públicos y las salas de atención sanitaria, donde no solo serán almacenados con todos los cuidados sino que, además, los distribuyen gratuitamente. c) LAS VERIFICACIONES DE LA CALIDAD En el momento de adquirirlos es recomendable igualmente verificar la fecha de vencimiento y que figure en el envase el correspondiente sello de calidad, ya sea ISO, IRAM o ANMAT.
d) DÓNDE LLEVARLOS Una vez adquiridos los preservativos, el responsable de mantenerlos en buenas condiciones serás vos mismo y convendría que tuvieras en cuenta que hay dos lugares donde nunca deberías colocarlos: la billetera y el bolsillo trasero del pantalón. Si lo colocás en la billetera, el preservativo va a estar sometido constantemente a presión y puede suceder que se rompa envoltorio. Por otra parte, la billetera suele terminar en el bolsillo trasero del pantalón donde los preservativos no solo padecerán la presión sino también el calor del cuerpo depositado sobre ellos cada vez que te sientes. Lo recomendable sería que los llevaras en la mochila, en la cartera, la riñonera o los bolsillos externos de la campera. Si no tuvieras ninguno de estos elementos, colocalos en el pantalón pero en los bolsillos delanteros. Siempre es bueno que salgas preparado o preparada para poder cuidarte si se te presenta la ocasión de tener sexo. Nunca salgas con un solo preservativo. Tené en cuenta que podrías necesitar más de uno. Pero si pasaras muchos días sin tener relaciones y anduvieras todo ese tiempo con los mismos preservativos, lo mejor será que los descartes y los cambies por otros nuevos. Una razón más para que optes por ir a buscarlos gratuitamente en los hospitales: si los tenés que pagar, te va a doler tener que tirarlos. e) EL MOMENTO EN QUE DEBEN COLOCARSE Para colocar el preservativo es indispensable que el pene ya haya alcanzado la erección. Una vez que el miembro está rígido, es habitual que se espere hasta el último instante para colocarlo (recién en el momento de proceder a la penetración) sin tener en cuenta que, si el pene está erecto, emite presemen. Durante todo el juego previo, ese presemen tiene oportunidad de ponerse en contacto con alguna de las mucosas de la pareja, en cuyo caso se estaría en riesgo de una transmisión de vih. Por esa razón, el preservativo debe ser colocado apenas producida la erección del pene. De ese modo, prevenimos cualquier contacto accidental y podemos disfrutar de la relación sin riesgos. f) EL COLCHÓN DE AIRE Antes de abrir el envase, es indispensable corroborar que mantenga el colchón de aire. Para ello, basta con presionarlo y verificar que no se desinfle. De este modo quedará claro que el envase no se ha roto y que el preservativo dentro se halla resguardado. g) ABRIRLO CON LOS DEDOS Nunca te acostumbres a abrir el envase del preservativo con los dientes. Mucho menos con tijeras, cuchillos o cualquier elemento cortante. De ese modo, solo te exponés a cortar de más y dañar el látex. Este riesgo es totalmente innecesario puesto que los envases de los preservativos están especialmente diseñados para que los puedas abrir solo con los dedos. El envoltorio tiene dos lados lisos y otros dos troquelados. Es por cualquiera de éstos últimos por donde tenés que abrirlo. No vas a tener ningún inconveniente y el látex estará sano y listo para ser usado. h )EL DERECHO Y EL REVÉS Una vez abierto el envase, es habitual que (ante la ansiedad y el apuro) el preservativo vaya directamente al pene sin tener en cuenta que tiene un derecho y un revés. Si uno no hace la verificación pertinente, es posible que lo coloquemos de modo incorrecto y entonces el látex no se va a desenrollar. Si esto te sucediera, lo peor que podrías hacer es darlo vuelta, puesto que (si lo hacés) el presemen que debe permanecer siempre por dentro del preservativo ahora estará del lado de afuera. Esta es la razón por la que muchos dicen que, aun usando condón, se pueden producir embarazos o transmisiones de infecciones. Lo que no suele destacarse es que la culpa no es del preservativo o del modo en que fue elaborado.
Para evitar esto, antes de que el látex llegue al pene deberías verificar atentamente que lo vas a colocar del lado correcto. Si hay suficiente luz, bastará con mirar el condón antes de llevarlo hacia el pene. Si no hay luz, un método práctico es el de colocártelo en el dedo y confirmar si se desenrolla o no. i) DOS MANOS Una vez que verificaste que el preservativo va a ser colocado por el lado correcto, es necesario emplear dos manos. Con una mano se presiona la punta del preservativo para vaciarla de aire (esa punta está destinada a recibir el semen una vez que el varón eyacule). Sin soltar la punta, colocás el preservativo sobre la cabeza del pene y, con la otra mano, lo desenrrollás hasta la base. Todo el pene debe quedar cubierto por el látex. Si no tenés cuidado en este punto, cuando el varón introduzca su pene en la boca, el ano o la vagina, el preservativo se irá saliendo a causa de los movimientos. En cambio, si tomás la precaución de desenrollarlo hasta la base, por más que el varón penetre profundamente, no habrá peligro de que se salga. Si tomás en cuenta estos sencillos consejos, el preservativo estará correctamente colocado y ya podrás proceder a la penetración sin miedo o riesgo de que se rompa o no cumpla con la función para la que fue diseñado. j) OTRAS PRECAUCIONES Ya hemos especificado el sencillo procedimiento para colocar el preservativo. No obstante, para usarlo correctamente, habría que especificar unos pocos consejos adicionales. A saber: •Usá solo un preservativo por vez. No es cierto que dos juntos dan más seguridad. Todo lo contrario. Si te colocás dos preservativos juntos, la fricción propia de la penetración generará más calor del debido y habrá riesgo de que el látex se rompa con mayor facilidad. •Un preservativo para cada orificio. Si vas a practicar sexo oral, sexo vaginal y/o sexo anal, cada vez que el pene se introduzca dentro de una nueva cavidad se debe cambiar el preservativo para no arrastrar sustancias desde una hacia la otra, las cuales pueden ser la causa de diversas infecciones. •Un preservativo por persona. Si estás practicando sexo grupal, lo recomendable es que utilices un preservativo diferente con cada persona. •El preservativo de látex se usa una sola vez. Luego de usarlo, tenés que retirarlo con cuidado y tirarlo a la basura. •Quitarlo antes de perder la erección. Al eyacular, el varón debe retirarse antes de perder la erección para evitar que el látex se afloje y se salga en el momento de retirar el pene de la cavidad. Tampoco estaría de más tomar el preservativo con la mano y asegurarse de que salga todo junto. •Cuidados en el sexo anal. Si vas a practicar sexo anal, no es recomendable usar preservativos ultra delgados. Debido a la poca elasticidad del ano y la falta de lubricación natural, la penetración anal presenta mayor fricción que la vaginal y, por lo tanto, es indispensable el uso de abundante lubricación artificial. Nunca utilices lubricantes grasos. El látex es incompatible con la vaselina, las cremas cosméticas o el aceite para bebés. Recordá que las sustancias grasas hacen que el látex se rompa con facilidad. Para lubricar el preservativo de látex tenés que utilizar los geles a base de agua que se venden en las farmacias (también los que vienen en las mismas cajitas de los condones) o simplemente abundante saliva. •Cuidados en el sexo oral. Si vas a practicar sexo oral sobre un pene, lo único que tenés que hacer es colocarle el preservativo del modo en que ya lo hemos explicado. En cambio, si vas a practicar sexo oral sobre una vagina, un ano o sobre el pezón de una mujer que acaba de tener un bebé (y por lo tanto segrega todavía leche materna) deberás confeccionar lo que se llama un campo de látex. Esto consiste en romper el preservativo, quitándole el aro de refuerzo que posee en el borde y abriéndolo a lo largo. La idea es formar un rectángulo de látex que se debe interponer entre la boca y los fluidos transmisores. También puede usarse (pero solo para este caso) un rectángulo de papel film (el que se usa normalmente para envolver alimentos), el cual presenta las ventajas de adosarse a la superficie de la piel gracias al calor y la humedad del cuerpo y de no tener olor ni sabor desagradables.
EL PRESERVATIVO VAGINAL Es un método de prevención alternativo al preservativo de látex. Consiste en una delgada funda de nitrilo, polipropileno o de poliuretano que se ajusta a las paredes de la vagina y se puede llevar puesto hasta 8 horas. Cuenta con dos aros de silicona, uno interior y otro exterior. El anillo interior facilita la introducción del preservativo dentro de la vagina y ayuda a mantener la forma tubular. El exterior (que refuerza el borde) logra que el preservativo cubra los labios vaginales y el clítoris, evita que el condón se introduzca dentro de la vagina y ayuda a que no pierda posición.
COLOCACIÓN a) Se debe comprobar la fecha de caducidad y el correcto estado del preservativo. b) Retorciendo el anillo interior, se introduce dentro de la vagina. c) Una vez en la vagina, introducir un dedo dentro del preservativo para avanzarlo, pasando el nivel del hueso del pubis, hasta que alcance el fondo. En este punto tener mucho cuidado si la persona tiene uñas largas o anillos que puedan rasgar la funda. d) El anillo externo y una pequeña porción de la funda deben quedar por fuera para evitar el contacto de los genitales masculinos (la base del pene y los testículos) con la vulva y el pubis de la mujer. e) Una vez terminado el coito, se da un par de vueltas al anillo externo para que no se salga el semen y se tira del preservativo para extraerlo. VENTAJAS Y DESVENTAJAS RESPECTO DEL PRESERVATIVO DE LÁTEX Entre las ventajas podemos citar: a) Para colocar el preservativo vaginal no es necesario esperar a que el pene esté en erección (incluso puede colocarse antes de iniciar la relación sexual). b) No es necesario extraerlo inmediatamente después de la eyaculación. c) Son una excelente alternativa para aquellas personas que sean alérgicas al látex. Como desventajas, podemos enumerar las siguientes: a) Son considerablemente más caros que los preservativos de látex. b) No se distribuyen gratuitamente. c) No se consiguen en todas las farmacias y mucho menos en kioscos o supermercados. d) Por sus dimensiones y las de su envase, suelen ser menos discretos a la hora de transportarlos en una salida. OTRAS CONSIDERACIONES a) Al igual que lo que sucede con los otros preservativos, el condón vaginal debe usarse de a uno y no debe combinarse su uso con uno de látex. b) Del mismo modo, nunca debe reutilizarse. c) Al extraer el preservativo de la vagina, es conveniente envolverlo en un trozo de papel higiénico y arrojarlo a la basura (nunca en el inodoro). d) Ante cualquier irritación o molestia en la zona genital, suspender su uso y consultar con un médico.

No hay comentarios: